Por: Alvaro Robles Vilca
Área de Comunicaciones del CIDE-PUCP
En el actual panorama empresarial, la innovación se ha convertido en una necesidad imperante para asegurar la supervivencia y el crecimiento de las empresas. Sin embargo, muchas organizaciones enfrentan el desafío de no saber cómo iniciar o qué camino seguir para lograr sus objetivos de innovación; incluso algunos ni siquiera han definido dichos objetivos. Ante esta situación, resulta fundamental conocer cuáles son los pasos a seguir en un proceso de innovación.
En este artículo se explicarán 5 pasos que permiten el desarrollo de nuevas ideas y soluciones, estrechamente vinculados a la búsqueda constante de conocimiento a lo largo del proceso. Es importante destacar que el proceso de innovación puede estar relacionado con otros procesos en curso dentro de la empresa y no tiene un orden rígido, ya que se adapta según el tipo de innovación y las particularidades de la empresa.
«Según la Norma ISO 56002, en un proceso de innovación todo es iterativo. Por ejemplo, si valido el concepto, pero reviso que la oportunidad o la necesidad no está totalmente planteada o argumentada, entonces regreso y lo vuelvo a hacer”, menciona Hamilton Martínez Flórez, Docente del CIDE-PUCP y Consultor en Innovación y Transformación Digital.
- Identificación de oportunidades y necesidades insatisfechas: Para iniciar el proceso de innovación, es fundamental tener un claro entendimiento de las actividades de la empresa y, a partir de ello, identificar oportunidades relacionadas. En cuanto a la innovación, se debe considerar su propósito, alcance y las iniciativas previas de innovación. Luego, se inicia una investigación exhaustiva que abarca las necesidades, expectativas, tendencias del mercado, la competencia, la tecnología y otros factores clave, con el fin de identificar y definir las oportunidades.
- Generación de conceptos: Una vez identificadas las oportunidades, los involucrados pueden proponer ideas y soluciones creativas, incluso combinando conceptos existentes. Posteriormente, se investiga su novedad, viabilidad y posibles riesgos. Una vez que se tenga la cantidad de ideas necesarias, se procede a seleccionarlas según criterios establecidos. A partir de estas ideas, se desarrollan conceptos que aporten un valor real, es decir, que puedan tener aplicaciones prácticas en el día a día.
- Validación de conceptos: En esta fase, los conceptos seleccionados se someten a validación mediante ensayos, pruebas o prototipos. Esta etapa es ideal para profundizar en los conceptos creados, identificar obstáculos y evaluar riesgos relacionados con el soporte técnico y otros aspectos. Los descubrimientos obtenidos en esta etapa ayudarán a ajustar y mejorar el modelo de innovación.
- Desarrollar soluciones: Aquí es donde los conceptos validados se convierten en soluciones prácticas. Se realiza una identificación previa de posibles riesgos legales o presupuestarios, y se evalúa la posibilidad de patentar la solución. Posteriormente, se planifica todo lo necesario en términos de producción, suministro, promoción y posibles alianzas con otras empresas.
- Ejecución: En esta etapa, la solución se entrega al público objetivo, ya sean usuarios, empresas o aliados. Se implementa en diversas fases controladas para asegurar que se alcancen los objetivos deseados y se obtengan resultados favorables. De forma paralela, se realiza un seguimiento de la promoción de la solución y la respuesta de la audiencia. Además, se recopilan indicadores de retroalimentación para obtener nuevas ideas y mejorar las soluciones actuales o generar nuevas oportunidades de innovación.
Si te interesa desarrollar habilidades para identificar ideas para innovar desde diferentes áreas, te invitamos a conocer nuestras diplomaturas y cursos, visita aquí.