En los últimos años, el rol del Product Manager (PM) ha evolucionado rápidamente. Lejos de limitarse a ser «dueño del backlog» o «traductor de negocio», hoy se espera que el PM sea un verdadero estratega con mirada holística del negocio, el usuario y la tecnología.
La presión por entregar valor rápido, el surgimiento de nuevas tecnologías (como IA generativa), y la creciente demanda por experiencias centradas en el usuario han generado una tensión constante entre ejecutar eficientemente y explorar nuevas oportunidades. En este escenario, el PM se convierte en una figura clave para generar una cultura de innovación dentro de los equipos de producto.
Una de las capacidades más críticas que debe desarrollar un Product Manager es la ambidestreza organizacional: saber explotar lo que funciona (optimizar, escalar, medir) mientras se explora lo nuevo (probar, aprender, fallar rápido).
- Explotar implica mejorar lo existente: performance, eficiencia, conversiones.
- Explorar implica asumir incertidumbre, lanzar experimentos, validar ideas.
Esta dualidad no es fácil de sostener. Explotar da seguridad. Explorar implica riesgo. Pero los PMs que logran equilibrar ambas lógicas lideran equipos más resilientes, creativos y conectados con el usuario.
El Product Manager no necesita ser la persona más creativa del equipo ni tener todas las ideas disruptivas. Su rol clave está en crear las condiciones necesarias para que la innovación ocurra de manera constante, compartida y segura. Aquí algunas formas concretas de hacerlo:
1. Modelando la mentalidad
El PM lidera con el ejemplo. Si demuestra apertura al cambio, curiosidad por aprender y tolerancia al error, inspira al equipo a adoptar esas mismas actitudes. Su lenguaje, preguntas y prioridades envían señales claras de lo que es valorado.
2. Protegiendo tiempo y energía para innovar
La innovación requiere espacio. El PM puede estructurar el calendario del equipo para que no todo sea ejecución. Puede negociar tiempos de respiro en el roadmap para pruebas, descubrimientos y aprendizajes.
3. Facilitando la conexión con el usuario
El PM puede acercar al equipo a los usuarios reales: organizando entrevistas, sesiones de testeo o mostrando grabaciones de comportamiento. Esto fortalece la empatía y orienta las ideas a resolver problemas reales.
4. Abriendo el proceso de decisiones
Invitar al equipo a pensar el producto desde etapas tempranas (no solo en la ejecución) hace que todos se sientan parte del “por qué” y no solo del “cómo”. Esto eleva la calidad de las ideas y el compromiso con los resultados.
5. Reconociendo el aprendizaje, no solo el éxito
El PM puede construir una cultura donde se valore aprender rápido, incluso si un experimento no funciona. Dar visibilidad a lo aprendido, celebrarlo públicamente y documentarlo ayuda a consolidar una cultura de innovación sostenible.
El Product Manager está en una posición privilegiada para actuar como catalizador de una cultura de innovación. No se trata de tener todas las ideas, sino de facilitar procesos, construir contexto y fomentar condiciones donde explorar sea tan valorado como ejecutar.
Cultivar una cultura de innovación no requiere grandes presupuestos, sino decisiones conscientes todos los días. Y tú, ¿qué harás esta semana para abrirle espacio a la exploración?
Autor: César Castañeda – Docente de la Diplomatura de Estudio en Product Manager