Por: Sandra Campos, Responsable del FET
Tomar la decisión de iniciar un emprendimiento no es nada fácil. Desde que en la mente del emprendedor se presenta una idea de negocio, surgen miedos e inseguridades que, aunque normales, pueden impedir que dé el primer paso y que no se sepa por dónde empezar. En efecto, la preocupación por invertir tiempo y dinero sin saber si los resultados serán exitosos puede generar una angustia paralizante.
Con el propósito de apoyar a los emprendedores que tenían el sueño de formar su propia empresa, ser sus propios jefes, ser independientes y contribuir a la economía de su país, la Incubadora del CIDE-PUCP desde sus inicios realizaba entre una a dos convocatorias anuales para identificar startups con potencial innovador y que ofrecieran una solución genuina a problemas reales.
Sin embargo, aunque en cada convocatoria llegaban muy buenos proyectos, a menudo los emprendedores no contaban con un equipo multidisciplinario; y cuando gozaban de un equipo con competencias que se complementaban entre sí, el proyecto siempre presentaba variables que podrían mejorarse.
En cualquiera de esos escenarios, una de las prioridades del CIDE ha sido siempre la de acompañar a las startups en todas sus etapas, partiendo desde la ideación y siguiendo con la implementación y el crecimiento hasta llegar a la consolidación y madurez de los proyectos. De hecho, algunos de nuestros casos más exitosos se volvieron nuestros aliados, con los cuales hemos buscado a lo largo del tiempo fortalecernos mutuamente y mejorar nuestro ecosistema. De esta manera, hemos logrado transformar ideas en innovaciones y a emprendedores en empresarios.
Dentro de este horizonte, entre el 2017 y el 2018 llegamos a asesorar alrededor de 60 proyectos en diferentes estadíos. Algunos contaban con un excelente equipo que les permitía avanzar enormemente en el desarrollo de su startup. Estos emprendedores buscaban de nosotros aspectos que los complementaran (como mentorías en marketing digital, negociación, ventas en un rubro específico, rondas de inversión, presentación del negocio frente a clientes potenciales, difusión de negocios en medios de comunicación, media training, networking, etc.).
Muchos otros emprendedores, sin embargo, necesitaban que les facilitásemos un acompañamiento mucho más personalizado, que les sirviésemos de guías permanentes durante su desarrollo y les ayudásemos a descubrir el camino ideal para hacer realidad su idea de negocio en el corto plazo. Estos últimos clientes nos imponían desafíos serios, porque a menudo nuestro equipo no se daba abasto para solucionar las necesidades de tantos emprendedores.
Nos tocaba así, una vez más, adoptar lo que promovemos: innovar, tomando en esta ocasión como base una problemática que aquejaba y afectaba nuestro propósito. Fue así que se ideó una propuesta para descentralizar el trabajo que se hacía con el equipo de la Incubadora, con el objetivo de mejorar el nivel de personalización necesario para que las startups aprendiesen en corto tiempo las formas, metodologías y estrategias básicas para validar cualquier idea de negocio y llevasen así su proyecto a la realidad. Es así como surge “El tren de las ideas” el cual luego será conocido como el bootcamp “Fast Entrepreneur Trip (FET)”.
El bootcamp “Fast Entrepreneur Trip” (FET) se inició a finales del 2018 con una idea matriz: identificar a 9 emprendimientos y de inmediato asignarles un mentor especialista en metodologías ágiles e innovación. Este mentor acompañaría de manera personalizada a cada proyecto durante 10 semanas hasta lograr la mejor versión de la idea original y poderla llevar a la realidad.
Durante el proceso, los participantes pasarían por diferentes etapas; cada una requeriría ser completada para poder pasar a la siguiente. Dentro de cada etapa, los emprendedores completarían retos, desbloqueando workshops y asesorías; y de acuerdo con su desempeño, las oportunidades de lograr conexiones con el ecosistema se incrementarían. Al finalizar las etapas, cada idea de negocio se convertiría en un proyecto validado, con poca inversión, sólido y comprobado en el mercado con los clientes potenciales.
Teníamos el concepto general de la propuesta, pero necesitábamos comunicarlo de una manera atractiva y lúdica. Para explicar en qué consistía el bootcamp, decidimos recurrir a la herramienta conocida como “Gamificación”, definida en estos términos:
La gamificación es una técnica de aprendizaje que traslada las mecánicas típicas de los juegos a ámbitos no lúdicos, como puede ser el educativo. Su objetivo es fomentar la motivación, el esfuerzo, y otros factores positivos que son comunes en los juegos, para mejorar el rendimiento de los usuarios. (Dicheva, 2015, citado en Vidal, Lama & Fernández, 2020, p.149)
Basándonos en el concepto de gamificación e investigando un poco más sobre los usos de esta técnica, buscamos algún motivo que sirviera de imagen para el recorrido de los emprendedores por cada una de las etapas del desarrollo de su proyecto bajo nuestra mentoría.
Inicialmente, consideramos la imagen de un cohete, el cual nos lleva a pensar cuando despega una idea de negocio, pero nos pareció que ese concepto se presta más para el lanzamiento o el crecimiento exponencial de un negocio ya en marcha. Otra alternativa era la de un juego de mesa como el ludo o monopolio, pero ello implicaría una competencia donde hay un ganador, y esa tampoco era la idea.
Luego de dar muchas vueltas, elegimos como motivo el de un tren y preparamos un prototipo de este mecanismo. De acuerdo con este, los emprendedores son los pasajeros que van hacia un destino, el grupo de 9 emprendimientos es una “generación”, el mentor asignado es el conductor del tren, y las etapas por las que tiene que pasar el pasajero con su conductor son las estaciones.
Cada una de las estaciones debía tener un nombre referente a una actividad requerida. Designamos así 5 estaciones: “prepárate”, “explora”, “prototipa”, “itera” y “lánzate”. En cada estación, los pasajeros debían completar retos para obtener un ticket que les permitiese subir a la siguiente estación.
Por ejemplo, si un pasajero en la estación “prepárate” no cumplía con los retos de la estación, no podía iniciar “explora”; de la misma manera, sin completar “explora” no se podía iniciar la estación “prototipa”, y así sucesivamente.
Consideramos además que no debían faltar momentos de ocio y esparcimiento, por lo que añadimos a cada estación workshops pre-grabados para que los pasajeros pudieran complementar la validación de sus ideas de negocio con información técnica como marketing digital, finanzas, ventas, pitch elevator, entre otros; así como workshops en vivo relacionados con la coyuntura o necesidades que surgieran en cada generación de pasajeros.
El tiempo fue transcurriendo y en el 2019 el prototipo original se fue afinando a medida que lo íbamos probando. Así, preparamos manuales para explicar los roles de cada personaje, sus responsabilidades y compromisos. A su vez, las generaciones fueron aumentando de pasajeros, y al bootcamp le sumamos una semana más para implementar una inducción. Fue así como llegamos a las 11 semanas.
En la actualidad, ya llevamos 40 trenes que han completado las estaciones, y más de 250 emprendimientos han sido validados con éxito. El 41,6% han sido liderados por mujeres, los emprendimientos tecnológicos predominan en un 59,6% de los proyectos, mientras que los emprendimientos sociales figuran en un 32,8%.
Al descentralizar el acompañamiento de los pasajeros por medio de conductores, el Fast Entrepreneur Trip (FET) nos ha permitido continuar creciendo. Seguimos realizando actualizaciones de los procesos, la estructura y el contenido, ya que las nuevas tendencias, las nuevas generaciones de emprendedores, la coyuntura y otros aspectos internos y externos nos obligan permanentemente a adecuarnos a los cambios, validando nuevas hipótesis e iterando en el camino. Nada más parecido que a una startup.
Referencias bibliográficas
Vidal, J. C., Lama, M., & Fernández, L. (2020). El uso de la gamificación en educación en emprendimiento: un estudio piloto. ENCUENTRO IBÉRICO DE INVESTIGACIÓN Y EDUCACIÓN EN EMPRENDIMIENTO GEM-CEE, 149.